23/9/09

Cólicos en el bebé amamantado


Los cólicos son uno de los misterios de la naturaleza. Nadie sabe verdaderamente qué son aunque cada uno tiene una pequeña idea al respecto. Habitualmente, los períodos de llanto comienzan cuando el lactante tiene de dos a tres semanas, se producen sobre todo en la noche y finalizan sobre los tres meses o a veces más tarde. Cuando el bebé llora, es inconsolable, pero si es cargado, mecido o paseado en carro, puede calmarse temporalmente. Para que uno diga que es un «bebé con cólicos», el lactante debe tener una ganancia de peso normal y buena salud. La definición de los cólicos se ha extendido casi a todos los «comportamientos molestos» y los llantos de un bebé; lo que no es forzosamente un error, ya que no se sabe verdaderamente qué son los cólicos. No existe tratamiento contra los cólicos; muchos medicamentos y estrategias han sido ensayadas, sin resultados probados.

Todo el mundo conoce el caso de un bebé con cólicos que usando un método dado se ha «curado». Se sabe también que casi todos las soluciones parecen funcionar, al menos temporalmente.

Aparte de los cólicos, pueden reconocerse en cualquier bebé amamantado con ganancia de peso normal y buena salud, tres causas que pueden ponerlo irritable.

  • Dos senos por amamantada.

    La leche materna cambia durante una misma toma. La cantidad de grasa producida por cada seno aumenta a medida que la amamantada avanza. Si el bebé es colocado en el segundo seno muy pronto y antes de que haya tomado la leche grasosa del final de la lactada del primer seno, él recibirá menos calorías de las que hubiera podido recibir si hubiera vaciado ese primer seno; entonces, pedirá el seno más frecuentemente, y si toma una gran cantidad de leche en compensación por la reducida cantidad de calorías, existe el riesgo de que devuelva el alimento. Como la leche así ingerida es relativamente menos grasosa, el estómago se vacía rápidamente y una gran cantidad de azúcar (lactosa) llega al intestino. La enzima que digiere la lactosa, la lactasa, no es suficiente para esta tarea y el bebé puede presentar algunos síntomas de la intolerancia a la lactosa, o sea, tener gases, llorar y tener deposiciones verdosas en chorro. Esto mismo, puede producirse mientras come.

    Estos bebés no son intolerantes a la lactosa, aunque parecen serlo. Y por lo mismo no es una razón para dar leche artificial sin lactosa. Simplemente, las madres deben estar mejor informadas con respecto a la lactancia. Que se debe hacer?

    a) No contabilizar el tiempo de succión. Madres en todo el mundo amamantan con éxito sin saber la hora. Los problemas de lactancia son más frecuentes en las sociedades donde todo el mundo tiene un reloj.

    b) Ofrecer el primer seno tanto tiempo como sea necesario para permitir al bebe succionar y tragar hasta que él mismo lo suelte o se duerma. Si el bebé succiona solamente durante un corto período, la madre puede utilizar la técnica de compresión del seno para que el continúe succionando eficazmente. Algunos bebé pueden estar en el seno durante dos horas sin alimentarse, habiendo succionado solo algunos minutos. En este caso, la leche tomada puede ser relativamente baja en grasa. Si después de haber terminado de succionar el primer seno el lactante aún tiene hambre, se puede ofrecer el segundo seno a continuación.

    c) En la siguiente comida, la madre puede comenzar por el último seno y proceder de la misma manera.

    d) Los senos de la madre se adaptan rápidamente a este método sin ocasionar ninguna congestión ni desequilibrio.

    e) Ninguna regla obliga a la madre a ofrecer los dos senos en cada comida, como tampoco a ofrecer un seno cada vez. Es conveniente dejar al bebé vaciar el primer lado, si es preciso estimulándolo a tragar por más tiempo por medio de la técnica de compresión del seno; pero si a pesar de esto, él quiere más, entonces ofrecerle el otro seno.

    f) En ciertos casos puede ser útil alimentar al bebé con el mismo seno por más de una comida seguida, antes de ofrecer el segundo seno de la misma manera.

    g) El problema puede agravarse si el bebé no se prende bien al seno. La buena toma del seno es la clave de una lactancia fácil.

  • El reflejo de eyección fuerte.

    Un bebé que recibe demasiada leche rápidamente, puede volverse irritable en el seno y, algunas veces, ser considerado como un «bebé con cólicos». Dentro de este tipo de casos, el bebé tiene una ganancia de peso muy buena. Normalmente, algunos segundos o minutos después de haber comenzado a succionar, comienza a toser, se ahoga y parece querer apartarse del seno. Si se suelta repentinamente, la leche sigue saliendo. En seguida, el bebé puede solicitar el seno repetidamente pero se muestra caprichoso y todo se repite nuevamente. El bebé se mostrará irritado cuando el reflejo de salida de la leche es muy fuerte e impaciente cuando es débil. Las lactadas se vuelven una experiencia frustrante tanto para la medre como para el bebé. En algunos casos raros, un bebé puede llegar a rehusar el seno después de algunas semanas (a menudo cerca de los tres meses). ¿Que se puede hacer?

    a) Si aún no se ha hecho, ensayar a ofrecer un solo seno en cada comida. En ciertos casos se debe ofrecer el mismo seno por dos o tres lactadas antes de ofrecer el otro. En caso de congestión del seno no utilizado, extraerse únicamente la leche que alivie la incomodidad.

    b) Dar el seno antes de que el bebé esté hambriento. No demorar las lactadas dando agua o chupos (un bebé amamantado no tiene necesidad de complementos de agua, incluso cuando la temperatura es alta). Poner el bebé al seno desde el momento en que el muestre señales de hambre. Si está aún adormecido, tanto mejor. Un bebé hambriento se tirará sobre el seno provocando un reflejo de eyección aún más fuerte.

    c) Si es posible, escoger un lugar tranquilo para amamantar. La música fuerte, la luz enceguecedora y mucho movimiento, no son propicios para una amamantada satisfactoria.

    d) Amamantar acostada a veces puede ayudar mucho. La gravedad disminuye el flujo de leche. Si la posición acostada sobre el lado no ayuda, ensayar acostarse sobre la espalda y amamantar al bebe sobre sí.

    e) Si no hay afán, sacar un poco de leche antes de amamantar (más o menos una onza o 30 ml.).

    f) Además de no querer una salida rápida de la leche, el bebé puede impacientarse si el «chorro» es demasiado débil. Si éste parece ser el caso, ensayar la técnica de la compresión del seno, para conservar un buen flujo de salida.

    g) El problema puede agravarse si el lactante no se prende bien al seno. La buena toma del seno es la clave de una lactancia fácil.

    h) A veces una pezonera puede ayudar, utilizada como última instancia después de que no haya dado resultado el seguimiento hecho por una persona competente.

    j) Como último recurso, más que dar leches preparadas, extraer su leche y dársela al bebé en biberón.

  • Proteínas extrañas en la leche materna.

    Se sabe que ciertas proteínas presentes en el régimen alimenticio de la madre pueden ser excretadas en la leche materna y afectar al bebé. Parece que la más extendida es aquella de la leche de vaca. Otras proteínas pueden también ser excretadas en la leche materna. Su presencia, lo mismo que de las otras sustancias, no es una cosa mala en si. Es por eso que en el tratamiento de los bebés con cólicos, se manda a la madre suspender el consumo de productos lácteos: leche, queso, yogurt, helado y todo aquello que contiene leche. Cuando la proteína de la leche es modificada (desnaturalizada), por ejemplo por la cocción, no debería tener ningún problema.

    La intolerancia a la proteína de la leche no tiene ninguna relación con la intolerancia a la lactosa. Si una madre es ella misma intolerante a la lactosa, debería también amamantar a su bebé. ¿Qué se puede hacer?

    a) Evitar todo producto lácteo durante 7 a 10 días.

    b) Si no ha habido ningún cambio, consumir de nuevo productos lácteos.

    c) Si ha habido mejora, retomar gradualmente este consumo, si los productos lácteos hacen parte de su régimen alimenticio habitual. La madre no tiene necesidad de tomar, ella misma, leche para producir leche materna. Ciertos bebés no toleran ningún producto lácteo dentro de la alimentación de su madre. La mayor parte lo toleran un poco. La madre aprenderá qué cantidad de productos lácteos puede consumir ella sin que repercuta en su bebé.

    d) Si la cantidad de calcio absorbido por la madre es insuficiente al suspender la lácteos, ella puede encontrarlo en otros productos no lácteos. Una semana sin productos lácteos no plantea ningún problema. En efecto, se ha constatado que la lactancia protege a la madre contra la osteoporosis incluso si ella no toma suplementos de calcio y el bebe recibe todo lo que él tiene necesidad.

    e) No se deben eliminar demasiados alimentos a la vez. Todo el mundo conoce una madre cuyo bebé se ha portado mejor desde que ella ha dejado de comer brócoli, carne de res, bananos, cebollas, etc. La madre podría terminar por no comer sino arroz blanco! Nuestras dietas alimenticias son demasiado complejas para poder saber exactamente qué afecta al bebé. Con paciencia y tiempo se solucionarán las cosas; pero la leche de tarro no es la solución. Por otro lado, el bebé podría estar mejor si se le diera leche materna en biberón, gracias a la regularidad de la salida de la leche.

    Con un bebé con cólico los días y las noches pueden parecer interminables; pero las semanas pasan rápidamente, sobre todo con un bebé pequeño.

    Jack Newman es pediatra responsable de una consulta de lactancia en Toronto, Canadá. El artículo fue publicado en la LLLettre N°58 de enero-marzo/2003, de la Liga de La Leche de Francia y traducido por Juanita Cuéllar en mayo de 2003.

    Entre los alimentos que contienen calcio y no son lácteos están el brócoli, las habas, las zanahorias, las nueces y el chocolate, entre otros.

    La compresión del seno

    El objetivo de la compresión del seno es ayudar a la leche a salir cuando la succión del bebé no es suficientemente eficaz o cuando el bebé no recibe suficiente leche. Esta compresión provoca el reflejo de eyección de la leche y permite a menudo obtener un flujo de leche más abundante. Este método puede ser útil para:

  • Los bebés que no ganan suficiente peso
  • Los bebés que sufres de cólicos
  • Los bebés que quieren lactar muy a menudo y/o por largo tiempo
  • Alentar a succionar a los bebés que se duermen rápidamente al seno
  • Las madres que tienen los pezones adoloridos
  • Las madres que sufren frecuentemente de mastitis o de canales lactíferos obstruidos.
  • Esta técnica no es útil si la lactancia va bien. Cuando todo va bien, la madre debe dejar a su bebé “terminar” el primer seno y enseguida ofrecer el otro seno, si el bebe manifiesta quererlo.

    ¿Cómo saber que el bebé “ha terminado” un seno? Cuando él no traga más leche, hace movimientos de succión rápidos y no hay degluciones. Puede ser útil saber que:

  • Un bebé que está bien colocado en el seno obtendrá la leche más fácilmente que uno que está mal colocado. Un bebé que está mal colocado no obtendrá leche sino en el momento en que el flujo de leche es abundante. Una cierta cantidad de madres logran lactar más o menos sin problemas, a pesar de una mala posición del bebe al seno, debido a que tienen una abundante secreción de leche.
  • Durante las primeras 3 a 6 semanas, un buen número de bebés se duerme al seno si la leche fluye lentamente, así ellos no hayan obtenido suficiente leche. Pasado este período ellos podrán mostrarse intranquilos en el seno si la leche no es abundante y sale en poca cantidad.
  • Desafortunadamente, esto revela que muchos bebés son mal colocados al seno. Si la secreción de la leche materna es abundante, el bebé tendrá un crecimiento ponderal satisfactorio, pero la madre deberá pagar el precio: pezones adoloridos, bebé con “cólicos”, bebé continuamente en el seno….
  • La compresión del seno ayuda a que la leche salga cuando el bebé no tiene una succión muy eficaz, y permite obtener más leche y a la vez obtener la leche del final de la lactada, la cual es rica en grasa. ¿Cómo hacer en la práctica ? 1.- Tomar al bebé con un brazo

    2.- Tener el seno con la otra mano, pulgar en un lado y los otros dedos del otro lado del seno, lejos de la areola (mano en forma de C

    3.- Vigilar la manera en que el bebé succiona. Cuando el bebé tiene movimientos de succión amplios, con frecuentes movimientos de deglución (1 a 3 movimientos de succión por uno de deglución) está obteniendo suficiente leche

    4.- Cuando el bebé se pone a “chupar” y sus movimientos de succión se vuelven rápidos y superficiales y no traga nada o casi nada de leche, la madre comprimirá su seno (movimiento de “ordeño”) lejos de la areola. El flujo de leche deberá volverse abundante y el bebé recomenzará a ingerir leche. Este gesto no debe ser doloroso ni debe hacerse sobre la areola.

    5.- Continuar comprimiendo el seno hasta el momento en que el bebé no trague más leche; entonces la madre parará de “ordeñar” su seno (para descansar y permitir a la leche salir libremente). Posiblemente, el bebé parará de succionar pero volverá a comenzar si la leche sale. Si el bebé continúa lactando cuando la madre ha parado de comprimir su seno, ella podrá esperar un momento antes de recomenzar a comprimir el seno.

    6.- Cuando el bebé comienza a succionar, debe recibir y tragar la leche. Si éste no es el caso, comenzar de nuevo a comprimir el seno.

    7.- Continuar así en el primer seno hasta el momento donde el bebé no pase más leche aunque reciba la ayuda de la compresión. En el caso donde un nuevo reflejo de eyección viniera, dejarlo succionar algunos minutos aunque no tome nada; pero si no hay nuevo reflejo de salida de la leche, quitar al bebé del seno.

    8.- Colocar al bebé en el otro seno si parece desearlo. Repetir, entonces, el proceso.

    9.- Es posible también, si la madre lo desea, cambiar de seno para mayores tomas durante una misma lactada (superalternancia)

    10. Trabajar en el mejoramiento de la colocación al seno y/o de la succión del bebé.

    Este método aquí descrito da buenos resultados a muchas madres. Se puede continuar la compresión siempre y cuando sea cómodo para la madre y en tanto que el bebé trague la leche regularmente. Pero si una madre encuentra alguna cosa que funciona mejor para ella, no debe dudar en hacerlo; lo principal es que el bebé obtenga suficiente leche cuando él lacta (movimientos de succión amplios y lentos, con degluciones frecuentes). Por otra parte, ésta maniobra no es forzosamente necesaria en cada lactada y cuando el bebé se vuelva más eficaz al seno, la madre no tendrá más la necesidad de utilizarla.


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